El Dióxido de Carbono (CO2 ) es un elemento indispensable en el ciclo de la vida vegetal. A través del proceso bioquímico de la fotosíntesis, el CO2 y el agua (en presencia de energía luminosa), son transformados en carbohidratos, que constituyen la base del crecimiento de la s plantas. Durante este proceso, la disponibilidad de CO2 es un factor crítico condicionante del desarrollo. La concentración media de CO2 en el aire es alrededor de 340 ppm, diversas investigaciones demuestran que los cultivos mejoran su rendimiento al incrementar esta cantidad hasta 600-1000 ppm durante las horas con luz.